Los avances a pasos agigantados que han experimentado ciencia y tecnología desde hace ya aproximadamente dos siglos calaron hondo en nuestra sociedad provocando cambios en la visión del mundo y del Ser Humano. El nacimiento del proletariado, la lucha de clases, las guerras más destructivas de la historia, movimientos filosóficos y artísticos como el existencialismo, dadaísmo y expresionismo lo corroboran. El cambio sufrido por la humanidad produjo la adaptación de la moral a la nueva cultura. Entendiéndose por ésta como el conjunto de normas y costumbres de un individuo o grupo humano, determinados por valores que los guían. Uno de los primeros conflictos ético-morales, ha sido, determinar si gracias al avance tecnológico recién nombrado se ha logrado progresar de forma integra. Es cierto que tecnológicamente el avance existió, pero si apelamos al crecimiento del ser humano como un ente emocional, espiritual e inserto en una colectividad, creo que ha habido más bien, un repliegue. Durante el siglo pasado también se buscó determinar los límites entre la moral individual y la moral universal. Al parecer no se les pudo fijar limites ni a lo uno ni a lo otro debido a que se ven mutuamente influenciadas y forman parte de un todo. Concretamente, la búsqueda de un elemento trascendente y que hizo valer una moral universal, fue el surgimiento de organizaciones internacionales, como la ONU y la OTAN, al igual que la Declaración de los Derechos Humanos (10/12/1948).
... Chile, nuestro entorno, nuestra realidad
Es aquí donde me gustaría hacer un corte y detenerme reflexionar sobre lo que está pasando en Chile en relación a la Declaración de los Derechos Humanos. Hace no mucho tiempo atrás, estaba en boca de todos, el tema “revolución pingüina”: estudiantes de todos los establecimientos educacionales públicos y subvencionados se dirigieron a las principales calles y avenidas a protestar por la precaria situación de la educación en Chile. Fue un movimiento contracultural histórico que puso en jaque al gobierno chileno por varios días y que lamentablemente culminó con soluciones rápidas, de tipo parche, que no solucionaron el principal problema: la pésima educación que reciben día a día miles de chilenos. Tiempo después, de forma más desapercibida, miles de médicos, enfermeras, paramédicos y auxiliares de establecimientos públicos de salud comenzaron numerosos paros a lo largo del país, protestando por las precarias condiciones con que funcionan cientos de centros hospitalarios y que además están lejos de dar abasto a la gran demanda de enfermos. Basta dar un vistazo a las salas de espera de los distintos establecimientos de salud, para percatarse de la mucha gente que espera ser atendida, mientras tantas otras son atendidas en los pasillos e incluso en las mismas salas de espera. En síntesis y volviendo al tema, hay aspectos de vital importancia que en Chile no están siendo tratados correctamente: no se tiene acceso ni a una educación ni a una salud de calidad, ambos son derechos básicos según la Declaración de los Derechos Humanos.
…Identificación del problema
Debido lo recién planteado, el tema que desarrollaré a continuación tendrá como eje a: “La crisis de la salud pública en Chile”. Esto, nace como una necesidad de apelar a las deficiencias latentes actualmente en el sistema de salud público y por sobre todo interponer una moral y una ética profesional bajo la cual se debería ejercer el campo de la medicina en Chile, haciéndome las siguientes preguntas retóricas: ¿Se le ha fijado un precio a la salud? Y ¿Qué se ha de esperar de los próximos médicos? Cuyas respuestas buscaran resolver de manera eficaz el problema.
… La crisis de la salud pública en Chile
Considero, que el campo de la medicina es una de las ciencias que más evolucionó durante los últimos siglos, especialmente durante el último, y que sigue desarrollándose de manera exponencial. El problema es que la crisis que sufre la salud pública hoy en día, no tiene relación directa con problemas económicos ni con limitaciones tecnológicas, sino que, con problemas ético-morales.
Durante la última década Chile se ha vuelto una de las potencias económicas de América latina, uno, o sino él país mas seguro para vivir e invertir. Tenemos el mayor excedente de cobre de la historia, Chile se encamina en Latinoamérica como uno de los países con mayores tasas de crecimiento, superando incluso a países del viejo continente. Ahora, ¿Cómo es posible que a pesar de semejantes estadísticas, en Chile la salud pública sea tan precaria? Se responderá esta pregunta a través de la primera pregunta retórica.
….¿Se le ha fijado un precio a la salud?
Tener acceso a una salud de calidad es un derecho, pero al parecer, en nuestro contexto chileno-latinoamericano solamente se les permite a aquellos que puedan pagarla. Y a decir verdad los que pueden pagar una buena salud son los mismos pocos que tienen acceso a una buena educación, un titulo universitario, un trabajo digno y un sueldo con el que se pueda vivir.
Alguna vez, hace alrededor de 30 años, Latinoamérica tenía una deuda externa tan grande que la única manera de apalearla fue haciendo uso de un mercado económico neoliberal que finalmente terminó privatizando grandes sectores de la salud. Hasta el día hoy han pasado más de 30 años, la economía de la mayoría de los países latinoamericanos ya se estabilizó. Entonces, ¿Por qué continúan funcionando AFP´s e Isapres? Según el diputado Navarro en ellas imperaría una lógica mercantilista y con fines de lucro. Señala asimismo que las constantes alzas de Isapres y AFP´s no coinciden con el Índice de Precio al Consumidor (IPC), por que las alzas no tendrían más razones que apalear la falta de clientes. Otras estadísticas señalan que desde la instauración del sistema neoliberal en Chile, el sistema de salud público ha experimentado un crecimiento mínimo casi nulo, muy por el contrario, el sistema de salud privado (AFP´s e Isapres) ha experimentado un crecimiento raudo.
…Chile Puede… ¿Quiere?
Chile tiene los medios para mejorar la salud de todos los chilenos. Algunas estadísticas demuestran que los países industrializados invierten alrededor de un 7% del PNB en salud mientras que los países sudamericanos no invierten más del 2.3% del PNB en la misma. Recordemos que la salud en países industrializados es casi gratis. Apelando desde una moral individual, creo que la salud y educación son las máximas prioridades en un país y no deberían tener menos importancia que por ejemplo la compra de armas. (Por esos cuantos F-16 que se compraron se hubiesen podido financiar varias veces el plan AUGE). Al parecer en nuestro país los impuestos son tan bajos, para favorecer al sistema económico mercantil para que así grandes inversionistas ganen aún más y las diferencias entre los estratos sociales se sigan distanciando, además se prefiere tener aviones inhabilitados para el combate, en vez de invertir en la cada vez mas crítica salud de miles de chilenos. Es bastante lamentable, tomando en cuenta, que la actual presidenta es una pediatra.
“Algunos dicen que el mundo actual es feo y perverso; pienso que debemos luchar; si algo es horrible, debemos mejorarlo. Si es feo, debemos hacerlo hermoso. Si algo es perverso, debemos deshacer esa perversidad...” (Friedensreich Hundertwasser, www.google.cl)
…¿Qué se ha de esperar de los próximos médicos?
Para darle término a este ensayo, a continuación presento mis conclusiones que fueron desde un principio las metas a las que me había propuesto llegar. Si hay algo que puede salvar a esta descarriada sociedad del comercio en que todo y todos tienen un precio, son hombres que encarnen los valores contenidos en la cita anterior. Seres humanos dispuestos a luchar por la bondad universal. No tienen porque ser médicos, ya que en las manos de cada persona están las herramientas para poder desarrollar desde una moral individual una moral universal. Desde mi punto de vista, la bondad universal, tiene como fin la filantropía, crecer como sociedad para así conseguir que todos los Seres Humanos seamos iguales en oportunidades, hay que permitir educación y salud de calidad para todos y por igual. En el área de la salud, es vital la presencia de una gran moral en el médico, que consista en una verdadera pasión por su trabajo, que se encuentre en el lugar donde más se le necesite y que lo haga con vocación, porque ésa es la única manera de erradicar los problemas que aquejan a nuestro sistema de salud público. Si aquel médico realmente hace su trabajo para realización propia y por amor a la medicina no me cabe duda que trabajaría en el sistema público que es donde mas falta hacen. Para solucionar esta crisis de la salud pública, primero necesitamos de médicos dispuestos a luchar durante toda la vida, ya que esos son imprescindibles.
"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles."
BRECHT, Bertolt
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